«En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible»

Albert Camus

Menudo calorazo hemos tenido estas últimas semanas y con él llega la temida pereza y desgana de salir a correr. ¡Sí, sí esa que afecta a tooooodo el mundo, os lo podemos asegurar!

Lo de «disfrufrir» que tanto nos encanta pasa a ser más sufrimiento y menos diversión cuando se acerca la temporada de altas temperaturas. Sudas más y parece que no haya suficiente aire en este mundo para ti, ¿verdad? ¡jajaja!

El calor y la humedad caen como una losa sobre ti y pueden truncar tu rutina de entrenamiento siendo la mejor excusa para dejar de correr en verano.

Quizás a día de hoy ya has sufrido en primera persona alguna pájara de ésas… Evidentemente también es una cuestión de salud y por eso os queremos dar algunos consejos para que el calor no sea un suplicio y pase a ser un aliado 😉

1.- Intenta salir a correr buscando las primeras horas de la mañana o las últimas.

Está muy claro que debemos intentar evitar las horas de máximo sol (12:00 a 16:00), pero también es cierto que si estás preparando una carrera en particular debes intentar entrenar en las mismas condiciones. Aclimatarnos poco a poco a los horarios será importante para que no nos fallen las fuerzas el gran día 😉

2.- Ponte siempre protección solar.

Eso sí, es recomendable ponerla un tiempo antes de salir a correr para evitar que después te entre en los ojos o te sude el «bigotillo» ¡jejeje! No solo nos protegerá de los rayos del sol que pueden quemarnos sino también para evitar las temidas manchas que nos van apareciendo cada vez más.

3.- Usa la cabeza 😉 que la visera o gorra sea una de tus mejores amigas estos meses.

Busca una que te ajuste bien y elige entre la infinidad de colores y marcas que ofrece el mercado. También son muy recomendables las gafas de sol para estos días de «solazo». Tus ojos hay que protegerlos igual que tu piel, no los descuides.

4.- Vístete con ropa adecuada.

Que sea ligera, transpirable y evita los colores oscuros que atraen el calor. Cuidado con el amarillo que es un imán para los mosquitos. Por si alguna vez se te ha ocurrido olvida eso de ponerte 3 capas de ropa para sudar más y adelgazar… es un mito ridículo. Lo único que conseguirás será deshidratarte. Por eso viene el siguiente consejo.

5.- Bebe mucha agua.

No olvides llevar siempre una botella de agua durante tu entrenamiento. Ya sabemos que es muy incómodo y no te gusta cargar, pero todo es cuestión de acostumbrarse… esto también se entrena ¡jejeje! Y no solo mientras corres, hidrátate durante las horas previas para mantener el cuerpo con las reservas cargadas. Ten en cuenta que cuando tu cuerpo te pida agua quizás ya sea tarde 🙁 Una mala hidratación puede ser la causante de esos calambres tan molestos que aparecen ahora en verano con mayor frecuencia.

6.- ¡¡¡Mójate!!!

Las muñecas, la cara, la nuca… ese fresquito te ayudará a sentirte mejor, sobre todo si sufres un «bajoncillo». Suena a remedio de abuela pero es muy efectivo ¡jajaja!

7.- Planifica bien el recorrido.

Ten bien localizadas las fuentes en tus recorridos para poder rellenar las botellas de agua o directamente poder beber. Si corres por zonas verdes busca las sombras para estirar, para calentar, para hidratarte,…  siempre será un alivio ya que la temperatura es más baja.

8.- ¡Disfruta!

No te agobies por los tiempos, ni los ritmos. Ten paciencia, es normal que vayan como locos, a ellos también le afecta el calor. Las sensaciones mandan y haz caso a tu cuerpo, seguro que te lo agradecerá.

A partir de ahora sal a entrenar sin excusas… y sin sufrimientos 😉

Y nunca olvides para qué lo haces.

¿Para disfrutar?

Esperamos que sí, porque para sufrir siempre habrá tiempo.

Juntas Es Mejor