AUDIO POST:

«El amor de madre es el impulso que le permite al ser humano llegar a lo imposible» Marion Garretty

No queremos dejar pasar la oportunidad de poder comenzar el post con una declaración rotunda: Nos declaramos, total y absolutamente, fans de las mamis.

Así, sin más, sois ¡la lecheeeeeee! ¿Cómo hacéis para llegar a todo? ¿De dónde sacáis los súper poderes para trabajar, descansar, mimar a los vuestros, comer, sobrevivir y además sacar tiempo para entrenar?

Siempre lo decimos, nosotras nos quitamos el sombrero ante nuestras amigas que vemos que van como «pollo sin cabeza» de un lado para otro cada día y aún así te dicen con una sonrisa: «Es duro ser madre pero es… alucinante«.

Nosotras no tenemos esa experiencia, no somos mamis, por lo que no podemos describiros esa sensación de súper heroínas. Pero de lo que sí podemos hablaros es de lo que sentimos desde el otro lado… como hijas.

Estaremos todos de acuerdo en que cuando tienes a tu madre cerca te sientes protegido, arropado, como si nada ni nadie pudiera hacerte daño. Ellas han sido (y son) las que nos consuelan en nuestras noches de pesadillas, las que se saben todos los trucos caseros para que baje la fiebre,  las que nunca desisten.

Las que cocinan esos platos tan ricos como nadie, las que cuidan de nosotros con todo el amor del mundo y las que siempre (siempre siempre) están ahí… aunque a veces no nos demos ni cuenta.

Pero nos tenéis que reconocer que también tienen frases míticas que todos hemos escuchado alguna vez y que igual, a día de hoy, sois vosotras las que las utilizáis como madres ¡jejeje!

1. ¿Has mirado bien? ¡Como vaya yo y lo encuentre verás…!
2. ¿Te piensas que esto es el Banco de España? ¡Ni que el dinero cayera del cielo!
3. ¿Has comido? ¿Quieres que te prepare algún tupper?
4. Pero… cuántas veces te has cambiado ya hoy? ¡Cómo se nota que no pones tú la lavadora!

¿Y en el deporte? Sí, sí, los que somos deportistas también hemos vivido muchas situaciones en las que las madres parecen ponerse de acuerdo:

1. Cuando te bajas de la bici, llena de barro hasta las orejas y milagrosamente tu madre ya tiene algo de «abrigo» preparado, no te vayas a enfriar.
2. Adoran a tus amigas y las cuidan como si fueran hijas.

3. Aparecen por las esquinas de las carreras dejándose la voz y con una botella siempre preparada… no sea que la niña necesite agua.
4. Siempre llevan en el bolso todo aquello que puedas necesitar: pañuelos, chicles, tiritas,… ¡un día sacarán unos patines o unos esquís fijo! ¡jejeje!

Ellas que han vivido en una generación en la que eso de hacer deporte era de “chicos”… o de “marimachos”. Ellas que nos han defendido siempre y nos han motivado en cada decisión (deportiva o no). Ellas que han tenido que demostrar tantas cosas a este mundo… y siguen demostrando. ¿Qué haríamos sin ellas?

Si tienes la suerte de tenerla todavía en tu vida, no olvides decirle hoy más que nunca lo mucho que la quieres.

Si tienes la suerte de ser madre, enhorabuena porque seguro que eres una súper mami guerrera.

Esperamos que en las nuevas generaciones no se pierda ese espíritu de lucha, bondad y amor que nos habéis transmitido. Si nosotras hemos llegado a lograr lo que hemos logrado y ser como somos ha sido en gran medida culpa de dos madres incansables. Ellas nos han enseñado los verdaderos valores de la vida y el deporte.

Además, nos sentimos doblemente afortunadas y orgullosas. No solo ejercen de súper madres con nosotras sino que se dedican a cuidar, mimar y aconsejar a la otra «hija postiza» como si fuera su propia hija.

Os adoramos Rosa y Paqui, sois las mejores madres que unas hijas pueden desear.

«Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá!…
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.»

Gustavo Adolfo Bécquer

La llama del amor de una madre es inagotable.

Cuidémoslas para que sigan iluminando el mundo.

Os queremos mamás <3

Juntas Es Mejor