«Cualquiera que sea la libertad por la que luchamos, debe ser una libertad basada en la igualdad» Judith Butler

¿Sabéis qué nos ha pasado esta semana?

Que ya teníamos casi el post acabado cuando, de repente, vimos esta noticia:

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¿En serio? ¿Pero… qué leches se creen esos energúmenos? (y estamos siendo demasiado políticamente correctas) ¡Menuda mezcla entre indignación y cabreo sentimos! Así que no nos lo pensamos dos veces, había que cambiar el post y hablar del tema. Había que dar visibilidad a algo que es totalmente injusto y alarmante hoy en día. Y a nosotras las injusticias no nos gustan nada nadaaaaa.

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Estamos completamente convencidas de que a las mujeres que están relacionadas con el mundo del deporte nos toca pelear el doble (si no más) para ser reconocidas. Conocemos gestoras deportivas que han sido ninguneadas en reuniones, mujeres que están en puestos altos de dirección deportiva a las que han insinuado barbaridades, deportistas profesionales que cobran infinitamente menos que cualquier hombre y que, estando en la misma categoría, pierden hasta dinero.

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Por si faltara poco en el mundo del fútbol (mal llamado «deporte rey») estas situaciones se hacen todavía más extremas. Por eso, no es la primera vez que escribimos sobre estas desigualdades de género, pero sí es la primera vez que nos vamos a meter de lleno en un caso tan concreto.

En el arbitraje femenino español existen más de 500 árbitras, las cuales cobran un 95% menos que sus homólogos masculinos (tema que nos ha dejado con los ojos como platos).

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Pero eso no es todo. Lo que a priori iba a ser un hito histórico: «la primera vez que un partido de fútbol masculino de tercera división era colegiado por tres mujeres» se convirtió en una retahíla de insultos que no dejaban pie a la imaginación: «¿Quién se la cepilla del equipo? ¿Lo hacéis todos?» «Vete a fregar».

¡A fregarte el cerebro te tendrías que ir tú, artistaaaaaaaaa! Que sigan sucediendo este tipo de situaciones en pleno siglo XXI es algo que deberíamos reflexionar y mucho. Por desgracia aún es más común de lo que nos gustaría.

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Porque… que levante la mano la que haya sido víctima de insultos machistas relacionados por ser mujer, su aspecto físico, sus capacidades para ascender en su trabajo o las tareas que debe hacer en su vida cotidiana. Y por el contrario nunca hemos escuchado decirle a ningún hombre que se vaya a tirar la basura o a poner cuadros como insulto. ¿Os imagináis? ¡Vete a cortar el césped a tu casa! Nos da hasta risa pensarlo…

Hace unos meses conocimos a Ainhoa (nuestra portada de hoy) y nos encantó desde el minuto «0». Ella, con tan solo 11 años, decidió que quería ser árbitra… Hizo el curso correspondiente y lleva literalmente luchando todo este tiempo para, hoy en día con 21 años, ser árbitra de Segunda División Femenina. Pero su sueño es llegar hasta la Primera División Masculina. Sabemos que algún día lo conseguirás e iremos a hacerte fotos de «postu» jejeje ¡mucho ánimo pequeña!

Porque no somos hombres o mujeres

Por encima de todo somos PERSONAS

Y sácale tarjeta roja a los insultos

Juntas Es Mejor