«No hay ascensor para el éxito, tienes que tomar las escaleras» Anónimo

Que la vida es una montaña rusa no hace falta que nadie nos lo explique, lo sabemos de sobra. Tanto en el ámbito personal, laboral, como deportivo, un día estás de subida máxima y al día siguiente de bajada absoluta.

¡Así de caprichosa es la vida señoresssss!

Por lo que no vamos a descubriros América si os decimos que hay que estar muy centrado y ser muy cabal para que no nos crezcamos de más cuando las cosas son de colores y todo va de cara. Bueno… ni tampoco tenemos que hundirnos en la más absoluta miseria cuando vienen los obstáculos y los momentos difíciles.

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Y con esta reflexión, hemos pensado darle vida a nuestro tercer reto de #MeRetoTeReto y echándoles escaleras a nuestras piernas a ritmo de subidas y bajadas.

Así que pon en bucle en tu mente la canción de Rocky Balboa «Gonna fly now»  y no dejes un escalón esta semana (y ojalá nunca) sin subir y bajar.

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Que con la suma de tantos escalones lo que vas a conseguir son unos beneficios que ni podrías imaginar: tus piernas van a fortalecerse muchísimo y además trabajarás los músculos estabilizadores que en nuestro día a día no se trabajan.

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Al subir se fortalece cuádriceps, gemelos y glúteo (ése que ayuda a evitar la dichosa  «cintilla iliotibial», lesión de muchos corredores.) Si no la habéis sufrido, dad gracias porque es desesperante 🙁 Y al bajar se trabaja de forma excéntrica principalmente el cuádriceps y, por si no lo sabías, de paso previenes la famosa osteoporosis 😉

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Hoy en día nos encanta la comodidad, la ley del mínimo esfuerzo. Nos encontramos ascensores en cualquier edificio, lógicamente por tema de accesibilidad, pero hasta para subir un solo piso evitamos las escaleras. Y no hablamos ya de la «plaga» de escaleras mecánicas… en centros comerciales, oficinas y ¡¡hasta en la calle!! A este paso no vamos a saber ni para qué sirven las escaleras…

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Seguro que puedes subir y bajar caminando muchas de esas escaleras. Seguro que te sorprendes a ti mismo si haces un pequeño esfuerzo cada día. Y no nos sirven las típicas excusas:

«Es que vivo en el piso 23º, el reto es imposible». Prueba a subir los pisos que puedas y coge el ascensor después, seguramente consigas más de lo que piensas y verás como cada día puedes un poco más.

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«Es que no es bueno para mis rodillas». Si haces el movimiento correctamente no tiene por qué ser perjudicial. Fíjate sobre todo en no llevar la rodilla hacia adentro en el momento de la flexión, tanto cuando subes como cuando bajas.

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«Es que no tengo tiempo». ¿Quién no se ha pasado alguna vez más de 5 minutos esperando el ascensor? (y ha acabado aporreándolo ¡jajaja!) No lo pienses… vete directamente a las escaleras 😉

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Así que olvida las excusas y empieza a concienciarte en dejar a un lado el ascensor. Y de paso, si se te ocurre compartirlo en redes sociales, puedes entrar en el sorteo de unas zapatillas New Balance. Mira las bases en la última publicación de nuestro Instagram para participar 😉

Estés arriba o estés abajo…

Subas o bajes…

usa siempre las escaleras.

Y sigue retando a tu salud cada día. 

Juntas Es Mejor

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