«Cuando una puerta de cierra, otra se abre, pero a menudo miramos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos la que se ha abierto ante nosotros»

Alexander Graham Bell 

Los cambios siempre tienen la «mala costumbre» de ir acompañados de grandes sacudidas, de esas que a veces parecen bofetadas a dos carrillos. Y es que… ¿a quién no le ha pasado en alguna ocasión?

Todos hemos pasado por alguna situación así. Ya sea en el trabajo, que de repente te encuentras de patitas en la calle o te ha tocado cambiar de un día para otro. Miras a tu alrededor y te sientes torpe, desquiciado/a, totalmente desorientado/a cual “animalillo” perdido.

IMG-20160826-WA0183

Porque resulta que llevas más de una década (o dos, o tres) haciendo lo mismo, sin imaginar que un cambio así te podía pasar a ti. Entonces, de la noche a la mañana, te toca adaptarte y reinventarte a marchas forzadas… aún con el susto metido en el “cuerpini”.

Viñetas-Forges

Con las parejas pasa igual. En tu imaginación todo está lleno de purpurina, de proyectos comunes, hasta de casas, hijos, nietos y… ¡zascaaaaaaaa! Un día te levantas y vuelves a ser una persona sola en medio de un bucle de odio/amor. Tu cerebro se pelea constantemente con tu corazón, que anda más roto que unas medias baratas, y tu cuerpo tiene que volver a adaptarse a situaciones que ya ni recordaba. ¡Así que toca guerrear!

IMG_6116

Pero ¿y en el deporte?… ¡Ayyyyyy el deporte! que no se libra de este mal de los cambios bruscos. Ya seas deportista de élite o popular, todos jugamos en la lotería de la salud.

cymera_20170122_174737


Pongámonos en situación, esto es lo que escucha en su mente una persona activa:

«¡Mira que soy feliz con mis endorfinas al aire «tol día»! Corro un día, nado otro, pedaleo los fines de semana y patino con mis “sobris”. ¡Ah! y en invierno esquío y en verano surfeo y…»

CYMERA_20160828_205632
IMG-20160325-WA0033

¡Requetezascaaaaaaa! ¡»Patadón» en la boca de tu querida salud! Sí, sí, ésa que no echas de menos hasta que de repente la pierdes. Tu mundo se desmorona de tal forma que empiezan a caerte mal tus amigas runners y hasta te empiezas a plantear salir de todos los grupos “activos” que tienes.

De repente sientes que todo a tu alrededor va a una velocidad de vértigo… o tú vas a cámara lenta. Sea como sea te toca parar, resetear y volver a empezar… volver a buscar tu propia motivación incluso para levantarte cada día.

DSC_0273

Y nosotras somos de las que pensamos que TODO pasa por algo. Quizás no lo sepas aún y en algunos casos parece que el Universo se ceba contigo o que alguien le haya puesto mucho relleno a tu muñeco de «budú».

no-ver-no-oir-no-hablar

A algunas personas nos cuesta más que a otras adaptarnos a los cambios pero lo que está claro es que se necesita una buena dosis de positividad para que tu pequeño mundo empiece a cambiar.

_DSC0459

Y no es tarea fácil, lo sabemos bien. Nosotras tampoco nos hemos librado de épocas difíciles en las que no podíamos sonreír, en la que nuestros ojos no desprendían ni una «chispa» de luz y lo único que queríamos es que se solucionara todo lo antes posible. Esos momentos en los que no quedan ni fuerzas ni lágrimas.

Pero, aunque suene a «tópico típico»… ¡de todo se sale! Eso sí, sacando previamente esa garra luchadora que poseen solamente las personas más valientes. 😉

Por eso, cierra los ojos y atrévete…

Recuérdate que ¡lo vas a lograr! ¡sí o sí! 

Y no te olvides hacerlo con la garra de las personas valientes.

Juntas Es Mejor

20160802_193053