«- ¿De qué murió?

– Se asfixio con las palabras que nunca dijo»

Anónimo

Y es que… ¿Cuántas veces no os habéis atrevido a decir algo que queríais gritar a los cuatro vientos? ¿Cuántas veces no os ha salido la voz o las palabras que tan simples parecen pero que tanto cuesta pronunciar?

Ya sea para decir cosas bonitas a «gente bonita», agradecer gestos o actitudes o para reivindicar ideas u opiniones que te hierven por dentro, no siempre es fácil decir las cosas tal y como las sientes.

CYMERA_20170409_151031
img_20170218_203722

¡A nosotras nos ha pasado muchas veces! Pero también os decimos que hemos aprendido de todas y cada una de las circunstancias. Otra cosa no pero…»esponjitas» de aprendizaje somos hasta rabiar.

bobfinal.jpg

Paraos a pensar por un segundo alguna situación en la que os haya pasado. Esa vez en la que no hayáis podido ni articular palabra, ya sea con un amigo, con tu pareja, con tus padres, con compañeros o con alguien al que simplemente ni conoces.

IMG_3344.JPG

Constantemente escuchamos comentarios o vivimos situaciones que nos molestan. Una broma, un gesto o una palabra pueden hacer mucho daño. Tal vez no sea algo intencionado pero debemos ser conscientes y responsables de lo que comunicamos y transmitimos, principalmente con la gente que más nos importa. Y si algo nos duele o nos alegra ¿Por qué no lo decimos sin más?

¿Por qué no comunicamos lo que sentimos con más naturalidad? Si al fin y al cabo es algo que queremos expresar y además disponemos de muchos recursos para hacerlo: las palabras, las miradas, los gestos, los abrazos… ¡incluso podemos hasta escribirlo!

IMG_6764

Por eso, no tengamos miedo a decir lo que sentimos de forma espontánea. Quizás deberíamos ser personas más naturales y sobre todo aprender de los niños… que no tienen miedo al rechazo o a entrar en conflicto, no conocen (todavía) esa vergüenza que paraliza a las personas cuando intentan expresarse.

CYMERA_20170528_112942
WhatsApp Image 2017-05-28 at 12.31.41

Cuántos problemas nos evitaríamos todos si la gente pudiera comunicar lo que le pasa en el momento adecuado y de la manera adecuada, poniendo cariño en aquello que vas a expresar y poniéndote en la piel de la persona que lo va a recibir.

Porque no decir las cosas a tiempo o no decirlas bien crea malestar, hace aflorar emociones negativas y te «enrancia» por dentro. Incluso puede provocar cambios de humor, irritabilidad y hasta estrés. ¡Y bastante estrés tenemos ya cada día como para añadirle un poco más!

CYMERA_20171203_181044

Si además probamos a escuchar, no solo a oír, sin prejuicios, sin poner etiquetas, sin juzgar… ¡Ya sería la leche! ¡jejeje!

Prueba a decirle a tu “compi” de entrenamiento que no te gusta que bromee con tus tiempos de las carreras los lunes…

Prueba a decirle a tu entrenador/a lo que agradeces sus consejos y motivación…

Dile a tu familia que no pregunte solo si has ganado todas las semanas, porque también te gusta escuchar un: ¿Qué tal? ¿Te has divertido hoy en el partido?

Grita a voz en grito lo bien que te hacen sentir tus locas amigas...

CYMERA_20170910_110848

Porque aunque pensemos que podemos expresar muchas cosas sin palabras (y así es) todavía nadie puede leer nuestra mente. Es muy difícil “adivinar” constantemente lo que necesita y siente la persona que tienes delante…y más cuando hay personas que ni ellas mismas lo saben… pero eso será otro post ¡jejeje!

¡Así que dilo, comunícate, saca a pasear tus sentimientos y emociones y expresa lo que piensas y sientes a quien te apetezca que lo sepa! ¡Sé natural…como la vida misma! 🙂

Piensa que la vida es muy corta para ocultar sentimientos.

Expresa con cariño y escucha con empatía.

No tengas miedo a decirlo tal y como lo sientes 😉

Juntas Es Mejor

CYMERA_20171203_181447